El mundo digital se ha ido abriendo paso en el sector comercial hasta convertirse en una plataforma de venta y visibilidad esencial para cualquier empresa o negocio. Estar en el entorno de la venta online es, a día de hoy, prácticamente una necesidad esencial si queremos llegar a los potenciales clientes y que nuestros productos tengan salida.
Para lograrlo, tendremos que tener muy en cuenta el diseño de nuestra tienda online, ya que se trata de un factor clave para aportar una arquitectura coherente a nuestra web y hacer que la navegación a través de la misma sea lo más cómoda, accesible y agradable posible. Cuanto más optimizada esté la usabilidad de nuestra plataforma de venta online, más lograremos ingresar.
En otras palabras, el objetivo que se esconde detrás de cualquier estrategia de diseño de un e-commerce es, como es común en general en el ámbito del marketing digital, favorecer la conversión.
Cuestiones a tener en cuenta para el diseño web de un e-commerce
Cada vez que hablemos de diseño dentro del entorno e-commerce, nos veremos enfrentados a dos conceptos clave que se han acuñado para expresar la importancia de determinados factores en la estructura y el diseño visual de una web. Hablamos de los términos User Experience (UX) o Experiencia de Usuario, y User Interface (UI) o Interfaz de Usuario. Se trata de dos conceptos interrelacionados que deben combinarse de manera equilibrada para sacar el máximo partido al potencial comercial que ofrece una web.
En resumidas cuentas, el UX se refiere a todo aquello relacionado con el funcionamiento interno de la plataforma, con lo que está oculto pero que determina si la experiencia de navegación del usuario a través de nuestra plataforma es adecuada para cumplir con los objetivos que nos hayamos planteado. La UI, por su parte, engloba la parte visual de la web: su diseño externo (colores, tipografías, organización de elementos, etc.).
Se trata de dos caras de una misma moneda que no pueden entenderse la una sin la otra y que forman un conjunto unificado que determina la capacidad de la web de atraer clientes y lograr que estos conviertan sus visitas en ventas.
Unas cuantas claves para diseñar bien tu tienda online
Hay unas cuantas cuestiones que debemos tener en cuenta si pretendemos reforzar la posición comercial de nuestro sitio web. La primera, sin duda, es garantizar la seguridad de todo aquel que visite nuestra plataforma y que se anime a realizar alguna transacción a través de ella. Es muy importante transmitir confianza y dar una sensación de fiabilidad. Temas como los certificados SSL, o las direcciones HTTPS, son elementos obligatorios para lograrlo. Al igual que el uso de una buena ortografía y un correcto uso del lenguaje. Otros aspectos como el contacto y las condiciones legales también deben ocupar una posición predominante entre nuestras prioridades en este sentido.
La propia navegabilidad por la web debe estar también a la altura. Debemos asegurar tiempos de carga de elementos razonables; reducir el número de clics que se necesitan para realizar las comprar o acceder a los productos; facilitar que el proceso sea claro, sencillo y eficiente, utilizar CTA (Llamadas a la acción relevantes y apropiadas); hacer buen uso de los breadcrumbs y los pop-ups sin llegar a ser demasiado invasivos; y en general, construir un sitio web bien estructurado, accesible y sólido.
Otro punto a tener muy en cuenta es la relevancia del contenido que tenemos en nuestra web. No debemos olvidar nuestro objetivo principal: la conversión. Es mejor contar con menos elementos que puedan despistar al potencial cliente que sobrecargar la tienda online de contenido accesorio de poca utilidad comercial. El contenido debe ser siempre relevante, claro y fácil de comprender. Y recuerda, casi siempre ¡menos es más!
Una última recomendación para mejorar la experiencia y la interfaz de usuario en nuestro sitio web es prestar atención a los detalles, porque es allí donde se marca la diferencia. No te quedes en las cuestiones superficiales, no dejes nada al azar y sé perfeccionista y cuidadoso a la hora de mostrarte a tus clientes. Esa será la mejor forma de diferenciarte de tus competidores: manteniendo la coherencia de tus sellos de identidad en cada detalle.